martes, 4 de noviembre de 2014

El capitán de The Strongest dice que ‘la gente nueva’ tiene que ubicarse en dónde está



The Strongest “no es un equipo de barrio”. Con esa frase, el capitán atigrado Pablo Escobar aludió ayer al incidente del sábado tras el partido contra Real Potosí en el estadio Hernando Siles, donde el vicepresidente Leonardo Costas ingresó al vestuario y recriminó tanto a integrantes del cuerpo técnico como a los jugadores por la derrota (0-2) por lo que consideraba un bajo rendimiento del equipo.

Ese día, algunos jugadores se quejaron porque aseguraron que Costas les faltó el respeto. “El que exige respeto tiene que respetar”, enfatizó ayer Escobar en la conferencia de prensa previa a la práctica en el estadio Rafael Mendoza de Achumani. “La gente nueva tiene que ir aprendiendo, porque piensa que éste es un equipo de barrio y éste no es un equipo de barrio”, agregó.

The Strongest posesionó a su nuevo directorio hace unos días. Dentro del vestuario hubo algunos cruces de palabra. Por ello, la dirigencia analiza si sanciona o no al preparador físico Gustavo Pérez, supuestamente porque le faltó el respeto a Costas.

Escobar evitó dar detalles de lo ocurrido: “Lo que pasa ahí tiene que quedar ahí, nosotros no vamos a actuar de la misma forma que lo hacen otras personas, porque ante todo tenemos que respetar al club The Strongest”. Criticó que Costas se hubiera referido “a algunos temas de manera pública”. El dirigente renegó contra el equipo por su desempeño y el estado físico de los jugadores y su falta de actitud.

“Hay que respetar los lugares y a las personas, porque esto de salir a hablar públicamente lo único que hace es dañar a la institución, y son cosas que tenemos que aprender los que somos nuevos y los que estamos hace mucho tiempo”, manifestó Escobar.

“No hay mucho más de que hablar” e insistió en que “el que exige respeto tiene que respetar, más allá del lugar que ocupe en el club, y eso no solamente debe pasar en el fútbol, también en la vida, y esa postura nuestra es clara. Cualquiera que quiera respeto, primero tiene que respetar, es un principio en el grupo”. El plantel reanudó sus entrenamientos una hora y media (11.30) después de lo previsto (10.00). No trascendió si el grupo se reunió para tratar el asunto. Algunos jugadores dijeron que se efectuó una labor en el gimnasio.

Exigente tarea física en lunes

Entrenamiento

El plantel de The Strongest reanudó ayer los entrenamientos, tras la pausa del domingo. El grupo fue sometido a una exigente tarea física, poco habitual después de los partidos oficiales. El golero Daniel Vaca y el volante Daniel Chávez, ambos en recuperación, realizaron una labor diferenciada.

Recuperado

A propósito de Vaca, ayer se integró a las prácticas del plantel tras la lesión que sufrió el miércoles en el partido frente a Bolívar. De acuerdo con el informe médico, sufría “una distensión del abductor mayor derecho”. El golero contó que “fue una lesión muy fuerte, más de lo que se esperaba, por ahí los estudios decían que era una distensión; pero a la vez hubo desprendimiento del fémur y la cadera”.

Tratamiento

Vaca contó que hizo el tratamiento en Cochabamba con un especialista. “Fueron siete sesiones muy fuertes, hasta ahora sigo macurcado. Hoy (por ayer) voy a moverme despacio para que vaya soltando el músculo nuevamente, porque ha trabajado todo el cuerpo y con corriente. Me siento muy bien y espero estar nuevamente en el equipo”.

Altas

Pablo Escobar y Marcos Paz están habilitados para jugar, tras cumplir un partido de suspensión. Ayer también se entrenaron con el grupo Gabriel Ríos y Nelvin Soliz, que podrían ser tomados en cuenta ante Wilster.

Atigrados no bajan los brazos

Los jugadores de The Strongest no se dan por vencidos y seguirán luchando en pos de alcanzar el título del torneo Apertura, aunque tras la caída con Real Potosí el equipo quedó relegado al séptimo lugar de la tabla, con 18 puntos, a nueve de los líderes Bolívar y Oriente (27).

El arquero Daniel Vaca, quien se reincorporó a los entrenamientos ayer después de superar una lesión, manifestó que efectivamente “hay nueve puntos de diferencia, pero en el fútbol nada está dicho. Vamos a pelear hasta que las posibilidades y los números den”.

En este momento lo que hay que hacer “es agachar la cabeza, trabajar, remar contra la corriente e intentar levantarnos con una victoria en el siguiente partido”, el domingo contra Wilstermann en el estadio Siles.

“No vamos a bajar la guardia, vamos a seguir esforzándonos porque tenemos equipo, simplemente tenemos que trabajar en el tema de la cabeza, porque generamos muchas situaciones, y por ahí en la puntada final no estamos certeros”.

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