El defensa atigrado Maximiliano Ortiz anticipó ayer que jugar frente a Blooming (su exquipo) no será especial. Ortiz se marchó porque la dirigencia cruceña no cumplió en lo económico y se discutió a través de las redes sociales con el gerente deportivo, Rubén Tufiño.
No es especial para mí (jugar con Blooming). Lo voy a afrontar como un partido más, a Blooming no le tengo que demostrar nada porque el tiempo que estuve allá siempre traté de dar el máximo como lo hago acá, por el bien del club”, dijo Ortiz en conferencia de prensa. Ortiz recibió algunas críticas de parte de los hinchas sobre la nueva función que debía asumir dentro del campo de juego y hacer olvidar (futbolísticamente) a Diego Bejarano como lateral derecho. Sin embargo, en los últimos encuentros el performance fue el ideal para ganarse los aplausos de los fanáticos y ganar muchos en confianza.
El partido pasado (con Sport Boys) ya quedó atrás y ahora estamos enfocados en lo que es Blooming, tenemos dos días para planificar lo que será el jueves y un equipo grande como Strongest siempre tiene que buscar las tres unidades”, agregó el defensor. Ortiz estuvo dos años con la camiseta celeste de Santa Cruz, se ganó un lugar en el once titular, con los diferentes técnicos e incluso fue convocado a la selección Nacional. Su salida fue controversial porque interpuso un juicio para quedar libre, porque no le cumplieron en la parte económica. Lo más fuerte fue la discusión que tuvo con Tufiño que lo llamó “malagradecido y cobarde”, en las redes sociales.
El defensa atigrado minimizó todo lo que pudo suceder fuera del campo de juego y quiere ganar todos los partidos para dar la vuelta olímpica con el cuadro de Achumani.
“Los partidos se ganan en cancha, no desde afuera, y el que haga mejor las cosas el jueves se llevará los puntos. Nosotros nos preocupamos por hacer nuestras cosas y lo que nos pide el profesor (Carlos Ischia)”, finalizó Ortiz.
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